Marroquín Mena, Edgar Evaluación sobre la reforma agraria en El Salvador (1980-1987). Discussion Paper. Editorial Universitaria, 1980 (87).

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Abstract

Lo importante del tema de la Reforma Agraria en el país, hace que se efectúe el presente trabajo. Las necesidades surgidas en las regiones subdesarrolladas, se encaminaron a buscar el desarrollo económico y social, a través de la vía campesina, para lo cual se planteó una redistribución de la riqueza nacional por medio de una más justa tenencia de la tierra. La tipología Político Ideológico es la que mejor se adapta al país. Ocurriendo que después de la Reforma Agraria Cubana, es que se inician el resto de las reformas agrarias en América Latina por sugerencia de los Estados Unidos. Sobre El Salvador se analiza la reforma agraria liberal, en donde queda ligado al mercado mundial en forma dependiente y se inicia el poder hegemónico de la burguesía cafetalera. Las justificaciones de las reformas agrarias son de tipo económico, social y políticos, siendo la primera vez que se menciona una reforma agraria a favor de los campesinos en el país alrededor de la década de los 60; sobre el tema de la reforma ocurren discusiones en diversos foros hasta llegar al Primer Proyecto de Transformación Agraria en 1976, el cual fue bloqueado por la burguesía salvadoreña. La Reforma Agraria iniciada en 1980 en El Salvador, se cataloga como de contra insurgencia, por ser parte de un plan que pretende aniquilar al movimiento popular y a las organizaciones político-militares. La superficie que posee crédito agropecuario del área total del Proceso de Reforma Agraria representa solamente el 24%, también los mayores problemas de las cooperativas no consisten en la producción agropecuaria, sino en la deficiente comercialización. Al no ser incluido los cultivos de café en la reforma, la fundamental riqueza nacional no fue redistribuida, y la segunda fase, como es planteada en la Constitución Política no satisface las aspiraciones de las capas campesinas. Siendo muy poco atendidos los aspectos sociales, de la salud, educación y vivienda; lo mismo que no logran satisfacer la oferta de la fuerza de trabajo teniendo una desocupación del 52% en el período agropecuario 1985-1986. Pero, el problema de la deuda agraria alcanza magnitudes que la hacen impagable, aun y cuando el gobierno aplique políticas agrario-crediticias. Por otra parte, la existencia de variables que agravan el proceso, tales como la guerra, el Programa de Estabilización y Reactivación Económica y la política fiscal aplicada por el gobierno y las situaciones climáticas, hacen mayor el fracaso de la reforma. En cuanto a las últimas medidas gubernamentales con respecto a la fase dos, se considera que comprende muy poca superficie de la tierra con vocación agropecuaria, además de pretender procedimientos antidemocráticos contra organizaciones campesinas independientes o críticas al gobierno salvadoreño. Sin comprender que los problemas de los campesinos sin tierra son idénticos, y que lo que se necesita es una organización autónoma, crítica y unitaria que pueda tomar sus propias decisiones al margen de cualquier otra entidad interna o externa al país.

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